miércoles, 13 de mayo de 2009

LA ISLA DE LA BUENA MEMORIA


POR: SARA ARANGO H.

La canción La Isla de la Buena Memoria de Alejandro Lerner es un homenaje que cada 2 de abril los argentinos les hacen a los hombres que fueron a enfrentarse con los británicos en Las Malvinas para reclamar su soberanía.


LA ISLA DE LA BUENA MEMORIA - ALEJANDRO LERNER

Madre, me voy a la isla, no se contra quién pelear;
tal vez luche o me resista, o tal vez me muera allá.
Creo que hace mucho frío por allá;
hay más miedos como el mío en la ciudad.
Qué haré con el uniforme cuando empiece a pelear,
con el casco y con las botas, ni siquiera sé marchar.
No hay mal que no venga al Hombre,
no hay un Dios a quien orarno hay hermanos ni soldados,
ya no hay jueces ni jurados,sólo hay una guerra más.
Desde que llegué a la isla no tengo con quién hablar.
Somos miles los unidos por la misma soledad.
Creo que hace mucho frío por acá;
hay más miedos como el mío en la ciudad.
Ya se escuchan los disparos entre muerte y libertad,
cae mi cuerpo agujereado, ya no podré cantar más.
Hizo demasiado frío por acá;
hay más miedos como el mío en la ciudad.
No hay mal que no venga al Hombre,
no hay un Dios a quien orar,
no hay hermanos ni soldados,
ya no hay jueces ni jurados,
sólo hay una guerra más...
y cada vez hay menos paz

"No cabe duda de que los hombres que se nos opusieron eran soldados tenaces y competentes y muchos han muerto en su puesto. Hemos perdido muchísimos hombres."
General Anthony Wilson, comandante de la V Brigada de Infantería británica

ISLAS MALVINAS

Capital: Puerto Argentino/Stanley
Idiomas oficiales: inglés.
Población: 2.967 habitantes.
Población Urbana: 80 %


ANTECEDENTES Y CONTEXTO DE LA CANCIÓN:

La historia del mundo ha tenido una constante absurda a lo largo de los años, esta ha sido la necesidad del hombre de sentirse superior al otro, de dominar, de pisotear, de imponer. 

Ocultándose en fachadas de redentores y educadores, las grandes potencias colonizaron una parte significativa del mundo; la historia de nosotros los latinos no se alejó de este sentimiento y por eso este análisis que hoy se desprende de estas líneas conmemora la vida de valientes que lucharon por el derecho a reclamar por sus tierras; la guerra de las Malvinas.

En el extremo sur de la República de la Argentina están ubicadas Las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del sur, tres archipiélagos que a lo largo de la historia han sido morada de diferentes culturas, en un principio la francesa, después la española y actualmente del Reino Unido; estos últimos, actores principales de esta novela de sangre y humillación.

Esta guerra se desarrolló porque Argentina reclamó la soberanía absoluta sobre los archipiélagos colonizados en 1833 y administrados desde ese momento por parte del Reino Unido, alegando también que esa tierra hace parte integral e indivisible de su territorio, no de una potencia colonizadora invasora de ocupamiento ilegal.

Inglaterra, a pesar de encontrarse a miles de kilómetros, centraba su atención en las Malvinas desde dos puntos de vista a lo largo del tiempo. El primero era un interés económico ya que en las islas existían importantes puestos balleneros -que debido a la caza se fueron agotando gradualmente- por otro lado, las Malvinas ofrecen la posibilidad de que en su plataforma se encuentren reservas considerables de petróleo. 

El segundo aspecto se remite a que tener posesión sobre las Islas permite una ventaja geoestratégica. El hecho de tener territorios adyacentes a la Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones relacionadas con el mismo, y el control del archipiélago proporciona una ventaja en el tráfico marítimo sobre el cruce Austral.

Argentina invade las Malvinas en una primera incursión el 2 de abril de 1982 y el 14 de junio del mismo año firma su rendición total con un estimado de 649 muertes y 1068 heridos por parte de Argentina, y por Inglaterra 259 muertes y 777 heridos; así nos podemos dar cuenta de lo devastador que fue este enfrentamiento para el país argentino.

Los países latinoamericanos de algún modo aparentaron tener solidaridad con Argentina: Perú fue el más activo con el apoyo; Uruguay apoyó a Argentina pero abrió su espacio aéreo y marítimo a las naves inglesas, a condición de que fuesen desarmadas; Brasil traicionó abriéndole las puertas de base al submarino Vulcan que tenía problemas; Chile apoyó a los Británicos no sólo porque desde hacía más de 150 años las dos marinas habían tejido estrechos lazos sino también por la perdurable hostilidad que había entre los dos países del cono sur.

De esta forma vemos que se trató de una lucha casi solitaria, con pocos amigos solidarios, que dejó diezmada la moral de los argentinos y en una lucha por la dignidad y la soberanía territorial.

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