Spanish songs in Andalucía
La guerra comenzó el 17 de julio de 1936 en la ciudad de Melilla (al norte de África) cuando algunos militares se rebelaron a la II República, al día siguiente otros jefes militares también se rebelaron, pero el levantamiento fracasó en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, etc. El fallo del intento de conquistar estas ciudades se dio por la resistencia del pueblo y su lealtad a la república, sin embargo, en zonas rurales como Sevilla, Córdoba, Granada y Zaragoza los militares triunfaron, éstos se hacían llamar nacionalistas y debido a esto España quedó dividida en dos.
Fueron varias las causas, entre ellas: la radicalización de las ideas, la inexistencia de un diálogo democrático entre las partes, las grandes desigualdades tanto económicas como sociales, los abusos por parte del gobierno en una reforma agraria que no beneficiaba a los campesinos sino a los terratenientes.
Para los países potencia (Alemania, Italia, Gran Bretaña, Rusia) que por aquella época se encontraban en clima de guerra, este conflicto se convirtió en un “laboratorio” donde pudieron probar estrategias y armas.
Alemania, Italia y Portugal prestaron a los nacionalistas mucha ayuda, les dieron créditos externos y cesiones de banqueros, entre otros. Pero para los republicanos, que contaron con el discreto apoyo de la URSS y México, la balanza seguía estando en contra.
Los roces existentes entre las diferentes clases sociales se presentaron como causa latente del estallido de la guerra. Los republicanos estaban conformados mayoritariamente por campesinos, jornaleros, proletarios y clase media, con un fuerte componente de nacionalismo Vasco y Catalán; mientras que los nacionalistas eran terratenientes, clero, burguesía y campesinos propietarios. Se daba también una fuerte lealtad geográfica (afán de defender su zona).“…mientras los nacionales recibieron armamento, equipo y efectivos de las
potencias fascistas, la República solo recibió ayuda importante desde la lejana
URSS y, en mucha menor medida, de México. Las principales democracias occidentales (Gran Bretaña, Francia o los Estados Unidos), no le prestaron ayuda, temerosas de su carácter revolucionario y de un enfrentamiento abierto con Alemania e Italia.”[1]
Con el fin del envío de armas a los republicanos por parte de Stalin, éstos quedaron aún más debilitados, y aunque en 1938 Inglaterra había decidido repudiar el envío de ayudas bélicas que hacía Alemania a los nacionalistas, ya era demasiado tarde.
El último bastión republicano, Madrid, fue invadido el 28 de Marzo de 1939 cuando los nacionalistas salieron victoriosos en la batalla del Ebro. El 1 de abril la guerra terminó, dejando al mando al general Francisco Franco, cuyo rival de partido, el general Mola murió durante la guerra. Comenzó así el Franquismo (hasta 1975) época en la cual se eliminó la democracia y la libertad y que sumió a España en un retroceso cultural del que tardaría casi 40 años en recuperarse.
Entre las consecuencias de la guerra civil española pueden contarse la gran cantidad de muertes (más de 150.000 muertos en combate, 400.000 exiliados), la destrucción del patrimonio cultural e histórico (sobretodo el religioso ya que los republicanos dirigían su ira contra las catedrales y demás obras), grandes pérdidas económicas, represión intelectual, hambre y miseria en todo el país, además de la aguda división entre vencedores y vencidos.
[1] [En línea: http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Civil_Española#Participaci.C3.B3n_extranjera]
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